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En los días más calurosos, no hay nada mejor que un refrescante chapuzón en la piscina de casa. Pero eso sólo ocurre cuando el agua está cristalina. Para garantizar la calidad del agua, es importante mantener los parámetros equilibrados, cuidando el pH y el alcalinidad de la piscina .
La alcalinidad es responsable de mantenimiento y calidad del agua Aunque mucha gente hace hincapié en el pH, éste es el que garantiza el equilibrio químico y, en consecuencia, el confort y la seguridad de los bañistas, por lo que es necesario prestar especial atención a este factor.
Para entenderlo mejor, consulte qué es la alcalinidad de la piscina, la importancia de este parámetro, cómo medirlo y corregir los desequilibrios.
Ver también: Planta de primavera: descubre cómo cultivar buganvillas¿Qué es la alcalinidad?
La alcalinidad no es más que la capacidad para neutralizar los ácidos del agua y mantener el pH siempre equilibrado Es el principal responsable de evitar las variaciones bruscas y, de este modo, garantizar esa agua cristalina que gusta a todos los nadadores.
Por lo tanto, si la alcalinidad está desequilibrada, también lo está el pH. Éste, a su vez, es responsable de mantener el agua sana y preservarla, así como los equipos de la piscina. La inestabilidad de este parámetro provoca la formación de algas, la proliferación de bacterias y hongos y la corrosión de los equipos.
Además, si el pH está desequilibrado puede causar irritaciones cutáneas y oculares, que hacen arder los ojos y la nariz y dejan la piel seca Por ello, es fundamental mantener el pH entre 7,2 y 7,6 y la alcalinidad de la piscina entre 80 y 120 ppm (partes por millón).
¿Qué ocurre si la alcalinidad de la piscina es alta o baja?
Si la alcalinidad es alta (superior a 120 ppm), el agua se vuelve turbia y opaca Además, también se produce la proliferación de algas.
Ahora bien, si la alcalinidad es baja, el agua pierde su brillo, se enturbia y se vuelve verdosa, haciendo imposible ese refrescante baño. Por no hablar de que el la limpieza se vuelve más laboriosa y difícil .
Importancia del parámetro
Dado que la alcalinidad es la principal responsable del equilibrio químico de la piscina, es sumamente importante que este parámetro se mantenga siempre estable. De este modo, no serán necesarias correcciones frecuentes ¡Un gran beneficio para su bolsillo!
¿Cómo analizar la alcalinidad de la piscina?
Para analizar la alcalinidad es necesario utilizar un kit o una cinta específica para esta medición. La prueba de alcalinidad debe realizarse siguiendo el paso a paso:
- Coloca la cinta en el agua.
- Espere unos segundos, según las instrucciones del fabricante.
- Una vez transcurrido el tiempo, retire el producto sin agitar y espere a que aparezca el color.
- A continuación, basta con comparar los colores del resultado con los indicados en la etiqueta para saber qué corrección hay que hacer.
¿Cómo corregir la alcalinidad del agua?
La corrección se produce a partir de dos posibles escenarios ¡Compruébalo!
La alcalinidad es baja
Si el parámetro ha caído, utilice el elevador de alcalinidad También conocido como estabilizador del pH, se encarga de elevar ambos parámetros y devolver el equilibrio al agua.
Aumento de la alcalinidad
Por encima de 120 ppm, y con un pH alto (por encima de 7,6), utilice reductor de alcalinidad/pH .
En algunos casos, la corrección sólo debe realizarse cuando el valor supere las 200 ppm. Esto se debe a que algunos factores contribuyen a la reducción espontánea de la alcalinidad y el pH de la piscina.
Con la alcalinidad y el pH adecuados, los baños en su piscina serán mucho más agradables y seguros. Por eso, vigile los parámetros químicos del agua y mídalos con frecuencia. Además, la limpieza de la piscina también es indispensable y debe hacerse todos los días para evitar la proliferación de microorganismos y otras impurezas.
De esta forma, tu piscina estará siempre limpia, ¡lista para refrescantes chapuzones! Continúa en el Blog de Cobasi y consulta más consejos sobre piscinas y mantenimiento!
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