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¿Ha oído hablar alguna vez de la fiebre aftosa en los gatos? Si no lo ha hecho, no es una leyenda. Formalmente llamada tungiasis, este parásito está causado por una pulga llamada Tunga penetrans que, como su nombre indica, penetra en la piel del gato para poner sus huevos.
De hecho, la misma pulga que causa la fiebre aftosa en los gatos puede alojarse en perros, ganado, caballos e incluso en nosotros, los humanos.
Para saber más sobre el tema, cómo prevenirlo y tratarlo, quédate con nosotros hasta el final de la lectura.
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La médica veterinaria Joyce Aparecida Santos Lima, de Cobasi Educación Corporativa, informa que la pulga que causa la fiebre aftosa se encuentra con más frecuencia en las zonas rurales y ribereñas.
Ver también: Erizo pigmeo: conozca la especieLa transmisión se produce por contacto directo del animal con la tierra o restos orgánicos donde esté presente la pulga, por lo que una forma importante de prevenir la enfermedad es evitar las zonas con hierba, las playas infectadas y la tierra de origen desconocido, como los terrenos baldíos.
Las patas de gato pueden parecer inofensivas, si pensamos que la pulga es un animal muy pequeño. Pero, en realidad, puede causar problemas muy graves, como anemia, pérdida de peso, postración y dificultades para desplazarse. Todo ello, además de contaminar a otros animales y a las personas con las que convive el gato.
Cómo eliminar los gusanos de los pies de los gatos
El médico veterinario Joyce explica: "el tratamiento consiste en la eliminación mecánica de la pulga de la piel del animal, y puede implicar el uso de antibióticos y antisépticos, para evitar infecciones secundarias".
Por ello, el guardián debe estar siempre atento a su mascota para observar lo antes posible si se produce algún cambio en su comportamiento.
Puedes echar un vistazo al gatito durante un cepillado, por ejemplo, en busca de heridas, hematomas o partes hinchadas. La pediculosis en gatos puede hacer que el animal se centre en una parte del cuerpo, lamiéndose en exceso.
Si su mascota ya no muestra interés por los juegos y golosinas que solían ser sus favoritos, merece la pena llevarla a una consulta con su veterinario lo antes posible.
Aunque es más frecuente en las patas, los gatos con fiebre aftosa también pueden tener el parásito en la cola y el hocico, por ejemplo.
Nunca intentes quitarle la chinche del pie a tu gato por tu cuenta. No sólo lo estresarás, haciendo que quiera huir o morderte, sino que podrías acabar empeorando la situación.
En su lugar, acuda a su profesional sanitario para asegurarse de que el tratamiento se realiza de forma segura y adecuada, y esté muy atento a cualquier orientación que le dé sobre los cuidados posteriores al procedimiento.
Existe un remedio para la podredumbre del pie del gato, pero no debes utilizar ningún medicamento sin el conocimiento del veterinario. Sé prudente y cuidadoso con la salud de tu gato, ¡se lo merece!
Y hablando de medicar a los gatos, ¿sabes cuál es la mejor forma de hacerlo? Echa un vistazo a este artículo seleccionado para ti en nuestro blog con los mejores consejos sobre el tema.
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