Tabla de contenido
A dermatitis atópica canina Ver a su mascota rascarse es habitual, pero ese picor continuo puede ser algo mucho más complejo, por lo que el cuidador debe prestar atención a los hábitos de su mascota.
Mucho más que un simple picor, la dermatitis atópica en perros no tiene cura. La buena noticia es que se puede tratar y la mascota puede llevar una vida sana y feliz. Empezar el tratamiento cuanto antes es importante. Por eso, ¡descubra cómo identificar, tratar y prevenir este incómodo picor y mantener así el bienestar de su perro!
¿Qué es la dermatitis atópica en perros?
Esta enfermedad es una inflamación crónica causada por la alergia a parásitos, hongos o bacterias en la piel del animal. El picor, de hecho, es la reacción del organismo para combatir este mal.
Ver también: Loro real: ¿es domesticable?Causas de la atopia en perros
Las enfermedades de la piel como la atopia en perros son más comunes de lo que parece. Algunos animales tienen mayor sensibilidad y su piel es más susceptible a la entrada de alérgenos, con lo que la dermatitis atópica canina se vuelve más común.
Ver también: Cadena para perros: ¿existen riesgos?Otra hipótesis es que la disminución del contacto directo con agentes nocivos desde que son pequeños, hace que se produzca una desregulación inmunológica en el perro. Pronto, se vuelven más predispuestos a las alergias. Por lo tanto, en cuanto tu cachorro termine el ciclo de vacunación, ¡no dejes de pasear con él por la calle!
Los perros hipersensibles son más susceptibles. Por lo tanto, el polen, el polvo, los ácaros, la hierba, las picaduras de insectos, o incluso la ansiedad y el estrés pueden desencadenantes de la atopia canina .
Síntomas de la dermatitis atópica canina
La atopia canina tiene un origen genético. La enfermedad aparece entre los 1 y 3 años de edad, mientras que los síntomas pueden desarrollarse entre los 6 meses y los 7 años.
Por lo tanto, preste atención si su perro se rasca, muerde y araña con frecuencia las patas, el hocico, las orejas, las axilas o la ingle. Otros signos clínicos que pueden manifestarse son:
- Enrojecimiento de la piel
- Otitis
- Caída excesiva del cabello o alopecia
- Hiperpigmentación
- Infecciones cutáneas
- Rinitis
Razas de perro más predispuestas a la atopia
Aunque la enfermedad afecta a muchos perros, hay algunas razas más predispuestas que otras a contraer y transmitir la dermatitis atópica entre líneas de sangre.
Entre ellas figuran:
- Shih Tzu
- Lha Apso
- West Terrier
- Shar Pei
- Labrador
- Golden Retriever
- Bulldog inglés
- Pug
- Boxeo
- Dálmata
- Boston Terrier
- Schnauzer miniatura
Tratamiento
La atopia canina tiene tratamiento. Sin embargo, no medique a su perro por su cuenta, porque a veces una simple alergia no es nada tan grave. El consumo de medicamentos no indicados por los médicos puede afectar a los perros sanos.
Los únicos profesionales capaces de comprobar la enfermedad son los médicos veterinarios. A través de exámenes y pruebas, identifican si la mascota tiene dermatitis atópica canina o no. Así, indican el mejor tratamiento con medicamentos para la dermatitis atópica canina.
Por lo tanto, cuando observe hábitos inusuales en su mascota, ¡acuda al veterinario! El tratamiento se realiza durante toda la vida del perro y puede variar.
- Inmunoterapia: elaborado a partir de vacunas individuales, disminuye la hipersensibilidad del perro;
- Antihistamínicos: son medicamentos indicados para el tratamiento de las alergias;
- Antibióticos: recomendada en casos de infecciones secundarias.
El tutor debe ser paciente y dar mucho amor y afecto a su perro.
Prevención: Cómo evitar la atopia en los perros
Una vez que averigüe cuál es la causa de la irritación cutánea de su perro, lo ideal es evitar su contacto con los alérgenos y mantener estas precauciones:
- Controle los ácaros en el entorno del perro y alrededor de la casa. El espacio debe estar aireado y limpio;
- Evite el contacto con el polen y otros alérgenos;
- Dieta con pienso hipoalergénico;
- Uso de champús hipoalergénicos para la dermatitis atópica canina;
- Castración, porque evita la transmisión genética;
- Evita el estrés.
