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La cría de animales de compañía no convencionales ha cobrado fuerza en Brasil y en todo el mundo en los últimos años. Aquí en Brasil, reptiles como la iguana verde destacan como uno de los más buscados, tanto por su comportamiento dócil como por la relativa facilidad con la que los propietarios pueden encontrar animales legalizados por el Ibama.
Originaria del continente sudamericano, esta mascota salvaje pertenece a la fauna brasileña y abunda en la región amazónica.
La característica húmeda y cálida de su hábitat natural, de hecho, constituye una de las pistas más importantes para los guardianes que deseen criar la iguana verde en un entorno que le proporcione confort y bienestar.
Aprende a reproducir el hábitat de la iguana verde en el terrario
Poseer un terrario estructurado es el primer paso para un humano que desee criar una iguana verde.
Como se ha visto anteriormente, este animal está acostumbrado a la humedad y al calor de la Amazonia, por lo que es fundamental disponer de mecanismos artificiales que puedan reproducir este ambiente, sobre todo si tenemos en cuenta que, como todos los reptiles, se trata de un animal de sangre fría que regula su temperatura interna a partir del ambiente externo.
En este contexto, el terrario de una iguana verde deberá contar con equipos como un controlador termohigrométrico automático, una lámpara con emisión de rayos UVA y UVB y la presencia de troncos verticales.
El primero mantendrá estable la temperatura del terrario, ajustando la variable humedad al 80% y la temperatura media a 30ºC. Para hacerlo de forma eficiente, este equipo puede conectarse a un enfriador o refrigerador.
La lámpara con emisión de rayos UVA y UVB, a su vez, tendrá la misión de replicar el papel del sol, elemento esencial para el bienestar de la iguana verde. Para replicar la iluminación ecuatoriana que recibe el animal, este equipo deberá estar encendido durante al menos 12 horas al día.
En relación con los troncos verticales, es importante contemplar la característica arborícola de la mascota que, en la naturaleza, tiene el hábito de trepar a los árboles.
Teniendo en cuenta que la iguana verde puede alcanzar hasta 1,80 m de longitud, el tamaño del terrario también es un factor que merece especial atención por parte de los cuidadores.
La alimentación de las mascotas debe ser variada
Al igual que ocurre con los humanos que deciden hacerse vegetarianos, el hecho de que la iguana verde sea herbívora no significa que su menú deba restringirse.
Acostumbrado a la diversidad natural de la región amazónica, al reptil le encanta saborear una amplia gama de alimentos naturales, como verduras, hortalizas, frutas y flores. Más que gustarle, de hecho, necesita esta variedad para absorber los nutrientes necesarios para una vida sana.
Vea a continuación algunas opciones de alimentos que podrían componer la dieta de una iguana verde:
Algunas verduras: calabaza, calabacín, remolacha, pepino, pimiento, nabo, zanahoria, rábano (ofrecer picado).
Algunas verduras: berros, brécol, espinacas, rúcula, perejil, col, cilantro, escarola, berros (enteros o picados).
Fruta: papaya, plátano, manzana, pera, higo (oferta picada)
Flores: La principal flor que se ofrece es la flor de hibisco.
Además de suplir las necesidades del animal con alimentos naturales, es interesante que el guardián consulte a un veterinario especialista en reptiles a la hora de armar su dieta. Es posible que, por ejemplo, el profesional indique suplementos alimenticios, principalmente basados en la complementación de calcio.
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