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Las serpientes se han vuelto cada vez más deseadas como mascotas, y para los aficionados a las mascotas exóticas, son realmente una excelente opción. Pero, al igual que cualquier otra mascota, es necesario estar al tanto de todos los cuidados necesarios y específicos para que el animal tenga una alta calidad de vida. En este sentido, es común preguntarse: ¿qué come la serpiente?
Aquí responderemos a esa pregunta, además de hablar también un poco sobre las serpientes salvajes, ¿te parece?
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Las serpientes salvajes pueden tener una dieta muy variada, ya que el menú dependerá del tipo de entorno que habiten.
Sólo en Brasil, por ejemplo, hay más de 350 especies de serpientes, distribuidas por todos los biomas, desde el Cerrado y la Caatinga hasta la Mata Atlántica, y también en el extremo sur, en los campos de la Pampa. Y precisamente por esta amplia localización geográfica, las serpientes han evolucionado para alimentarse de lo que hay disponible en su hábitat.
En general, todas las serpientes son carnívoras, y sus presas pueden ser diversas. Algunos ejemplos de presas son arañas, ratas, ranas, serpientes y babosas. Dependiendo del tamaño de la serpiente, puede llegar a comer incluso animales de tamaño medio, como pájaros y carpinchos.
La Sucuris, por ejemplo, también conocida como "Anaconda", debido a su gran longitud, suele habitar principalmente en las orillas de ríos y lagos, e incluso arroyos. Debido a este entorno, el menú de la Sucuris consiste en aves, ranas, peces y roedores. Además de esto, estas serpientes pueden cazar animales más grandes que se acercan a las orillas de los ríos, como tapires, carpinchos y¡incluso caimanes!
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La alimentación de la serpiente doméstica, a diferencia de la de las serpientes salvajes, dependerá totalmente de lo que les ofrezca el guardián. La mejor opción, por lo general, son pequeñas ratas y ratones.
Estos ratones pueden comprarse a criadores específicos o incluso en tiendas de animales, pero ante todo es importante asegurarse de que los ratones están bien cuidados y alimentados con comida libre de productos químicos u otras toxinas que puedan dañar a la serpiente.
Es posible comprar las ratas y ratones ya congelados y, antes de ofrecérselos a la serpiente, dejar que se descongelen. Esta alternativa es muy práctica y garantiza al guardián la posibilidad de adquirir varias ratas a la vez. De esta forma, se evita tener que hacer la compra más a menudo.
Sin embargo, conviene señalar que, aunque la serpiente doméstica puede alimentarse de ratones muertos, es recomendable que al menos de vez en cuando el ratón siga vivo. Esto ayuda a la serpiente a desarrollar sus instintos depredadores, de modo que pueda perseguir a sus presas y alimentarse según sus necesidades.
Otro factor importante es que el tutor elija siempre presas de un tamaño compatible con el de la especie de su serpiente. De este modo, evitará ofrecerle una rata más grande de lo que la mascota es capaz de ingerir.
¿Con qué frecuencia debo alimentar a mi serpiente?
Este es uno de los puntos positivos de tener una serpiente como mascota, al fin y al cabo, no siente la necesidad de comer todos los días. Y esto, por supuesto, es estupendo para los guardianes que no permanecen mucho tiempo en casa.
Las serpientes, cuando son jóvenes, necesitan alimentarse con frecuencia, siendo el intervalo ideal entre comidas de 10 a 15 días, y durante sus años juveniles, entre una alimentación y otra, el intervalo puede variar de 15 a 20 días. Excelente, ¿verdad?
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