¿A los cuántos días puedes separar a tu cachorro de su madre? ¡Descúbrelo!

¿A los cuántos días puedes separar a tu cachorro de su madre? ¡Descúbrelo!
William Santos

Saber a los cuántos días se puede separar un cachorro de su madre es fundamental para no comprometer el desarrollo de los cachorros. Al fin y al cabo, esta convivencia es extremadamente importante para el bienestar de los cachorros. Además, es durante la convivencia con su madre y hermanos que el cachorro aprende sus primeras lecciones de vida.

En este artículo hablaremos de cuándo puedes separar a tu cachorro de su madre y de cómo realizar este trámite de la mejor forma posible, ¡acompáñanos!

¿A qué edad se puede separar a un cachorro de su madre?

Tras el nacimiento de los cachorros, la madre desempeña un papel fundamental en su bienestar y desarrollo. Los lametones que la perra da a los cachorros, por ejemplo, sirven para estimular sus sistemas urinario y digestivo para que funcionen de forma autónoma. De este modo, ayuda al cachorro a hacer pis y caca por sí mismo.

La interacción con la madre y con los hermanos también es determinante para mostrar al cachorro cómo comportarse y cómo interactuar con otros perros. Los cachorros separados de su madre de forma precoz pueden sentirse inseguros, ansiosos y muy asustados, lo que sin duda repercutirá en su comportamiento de adultos.

Según los expertos, la respuesta a la pregunta de cuántos días se puede separar a un cachorro de su madre sin perjuicio para ambos es a partir de los dos meses de edad, es decir, 60 días de vida.

Por qué separar a los cachorros de sus madres demasiado pronto es malo para su desarrollo

Las cuestiones relacionadas con el desarrollo físico de los cachorros son fundamentales, pero las relativas al comportamiento no se quedan atrás. El papel de la madre en los dos primeros meses de vida del cachorro es esencial para enseñarle los límites, la autonomía, la independencia y el valor.

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Al poner límites a un cachorro más revoltoso, la madre muestra lo importantes que son las relaciones de dominancia y sumisión en las relaciones con otros perros. El juego con sus hermanos ayuda al cachorro a calibrar la fuerza de sus mordiscos y a saber cuándo es el momento de parar.

Una perra puede negarse a dejar mamar a un cachorro si cree que es lo suficientemente grande y fuerte como para comer alimentos sólidos. De este modo, de forma "retorcida", acaba animando al cachorro a conseguir la comida y alimentarse por sí mismo.

Cómo separar correctamente a un cachorro de su madre

El primer paso es esperar el periodo indicado por los especialistas, es decir, los 60 días de vida del cachorro. Después, no hay que retirar todos los cachorros de la perra al mismo tiempo, ya que esto puede provocar una depresión grave en la madre y problemas físicos relacionados con la producción de leche, como mastitis, por ejemplo.

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Lo ideal, si los cachorros ya tienen nuevas familias con las que vivirán tras esta separación, es ponerles una camiseta o alguna otra tela que tenga el olor de ese nuevo hogar. De esta forma, el cachorro se familiarizará con el nuevo entorno.

Paralelamente, debe estimularse el destete gradual de los cachorros, con alimentos húmedos o secos adecuados para ellos. Cuando la madre se dé cuenta de que sus hijos son independientes y capaces de alimentarse por sí mismos, la separación se producirá de forma natural y sin traumas para ninguno de los peludos.

A los cuántos días se puede separar a un cachorro de su madre: casos de separación precoz

Separar a un cachorro de su madre y hermanos antes de tiempo acarrea muchos males. El primero de ellos es comprometer la llamada impronta canina, que es cuando, por asociación y ejemplo, el cachorro aprende a ser un perro.

Pero en algunos casos, como cuando la madre muere durante el parto, por ejemplo, esta separación acaba siendo inevitable. Sin embargo, hay formas de sortear esta carencia. La principal es mejorar la exposición (adecuada y controlada) del cachorro a otros animales, personas y situaciones para que aprenda mucho sobre el mundo.

La exposición a otros cachorros debe hacerse con mucha precaución. En este caso, deben elegirse animales sanos, con las vacunas al día, así como protección antiparasitaria, para evitar cualquier tipo de riesgo para la salud del cachorro.

La exposición a situaciones y personas también debe ser prudente y suave, pero firme. Al fin y al cabo, hay que evitar que el cachorro se traumatice y el tiro le salga por la culata. En caso de duda, hable siempre con el veterinario para saber cuál es la mejor forma de actuar.

Mi perra ya no quiere amamantar a sus cachorros: ¿qué debo hacer?

Si este comportamiento comienza a los 50 días del nacimiento, todo parece ir como se esperaba. En este periodo los cachorros ya tienen los dientes puntiagudos y la lactancia empieza a molestar mucho a la madre.

Sin embargo, si esto ocurre antes de este periodo, podría ser que la perra esté rechazando al cachorro por algún motivo, lo que debería investigarse.

Al mismo tiempo, es necesario establecer una rutina de cuidados para los cachorros. Al fin y al cabo, aún son totalmente frágiles e indefensos y necesitan que se les cuide las 24 horas del día.

Si cuidas de una perra y su camada, un consejo es atar cintas de colores alrededor del cuello de los cachorros para poder distinguirlos. Así será más fácil darse cuenta de si uno o varios de ellos no reciben los estímulos y la alimentación adecuados, y actuar lo antes posible.

Fases del desarrollo del cachorro

Según los expertos, es posible dividir las fases de desarrollo de los cachorros en cinco etapas, que van desde el nacimiento hasta la edad adulta. ¡Más información!

Etapa neonatal: desde el nacimiento hasta los 13 días de vida, la dependencia de la madre es total y completa. Cuando esto no es posible, es esencial que otra persona se haga cargo de los cuidados, ya que, de lo contrario, la supervivencia del cachorro se ve comprometida. La mayor parte del tiempo se dedica a alimentarse y dormir, y los cachorros necesitan los lametones de su madre para hacer pipí y caca.

Fase transaccional: entre los 13 y los 19 días de vida, se abren los ojos y los canales aditivos. Con un poco más de coordinación motora, los gatitos empiezan a explorar su entorno, pero aún permanecen mucho tiempo con su madre.

Fase de socialización: se produce desde el día 19 hasta las 12 semanas de vida. Los dientes empiezan a crecer y los cachorros comienzan a morderse entre ellos y a su madre. Es un periodo determinante para formar la personalidad del cachorro, ya que los intercambios con sus hermanos, con su madre, con las personas y con otros animales de la casa se producen intensamente.

Es esencial asegurarse de que haya mucha variedad de estímulos. De este modo, el perro no se vuelve resistente a ningún tipo de persona o animal, volviéndose agresivo.

Fase juvenil: desde las 12 semanas de edad hasta el inicio de la madurez sexual, que puede producirse entre los seis y los ocho meses de edad. Se ha completado la fase de aprendizaje más intensa y el perro se siente preparado para explorar el mundo con eficacia.

Edad adulta: existen variaciones según la raza y el historial sanitario de cada animal. Sin embargo, en términos generales los expertos consideran que un perro entra en la edad adulta a partir de los 12 meses de edad. Los perros alcanzan su plena madurez entre los 18 meses y los dos años de edad.

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Sea cual sea la etapa de la vida en la que se encuentre tu cachorro, es necesario que mantengas revisiones periódicas con el veterinario. Así te asegurarás de que se desarrolla bien y de forma saludable.

Invertir en alimentos de calidad adecuados al peso, edad y etapa de vida del animal, así como en protección contra pulgas y garrapatas y en una rutina de paseos y juegos son compromisos fundamentales del guardián.

Sean cuales sean las características de su mascota, ¡cuente con Cobasi para garantizarle lo mejor!

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William Santos
William Santos
William Santos es un amante de los animales, un entusiasta de los perros y un bloguero apasionado. Con más de una década de experiencia trabajando con perros, ha perfeccionado sus habilidades en el entrenamiento de perros, la modificación del comportamiento y la comprensión de las necesidades únicas de las diferentes razas caninas.Después de adoptar a su primer perro, Rocky, cuando era adolescente, el amor de William por los perros creció exponencialmente, lo que lo llevó a estudiar comportamiento animal y psicología en una universidad de renombre. Su educación, combinada con la experiencia práctica, lo ha equipado con una comprensión profunda de los factores que dan forma al comportamiento de un perro y las formas más efectivas de comunicarlo y entrenarlo.El blog de William sobre perros sirve como una plataforma para que otros dueños de mascotas y amantes de los perros encuentren información valiosa, sugerencias y consejos sobre una variedad de temas, que incluyen técnicas de entrenamiento, nutrición, aseo y adopción de perros de rescate. Es conocido por su enfoque práctico y fácil de entender, lo que garantiza que sus lectores puedan implementar sus consejos con confianza y lograr resultados positivos.Aparte de su blog, William se ofrece regularmente como voluntario en refugios de animales locales, ofreciendo su experiencia y amor a los perros abandonados y maltratados, ayudándolos a encontrar un hogar para siempre. Él cree firmemente que cada perro merece un ambiente amoroso y trabaja incansablemente para educar a los dueños de mascotas sobre la tenencia responsable.Como un ávido viajero, William disfruta explorando nuevos destinos.con sus compañeros de cuatro patas, documentando sus experiencias y creando guías de ciudades diseñadas específicamente para aventuras con perros. Se esfuerza por capacitar a otros dueños de perros para que disfruten de un estilo de vida gratificante junto a sus amigos peludos, sin comprometer el placer de viajar o las actividades cotidianas.Con sus habilidades excepcionales para escribir y una dedicación inquebrantable al bienestar de los perros, William Santos se ha convertido en una fuente confiable para los dueños de perros que buscan orientación experta, lo que tiene un impacto positivo en la vida de innumerables caninos y sus familias.