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Observar a un gato temblando suele ser una escena que causa gran preocupación a sus guardianes. Al fin y al cabo, aunque no esté seguro del origen exacto del problema, el humano se da cuenta de que algo le incomoda a su mascota por esos movimientos involuntarios.
Como ocurre con la gran mayoría de las cuestiones que hacen saltar las alarmas sobre el estado de salud de los animales, los temblores no tienen una única causa posible, por lo que es necesario prestar atención a los síntomas correlacionados, al historial del felino y, por supuesto, al diagnóstico de un especialista.
Este artículo está dedicado a señalar cinco de los principales problemas causantes de este cuadro. ¡Compruébelo!
1) Gato temblando de dolor
El dolor es una de las principales causas de temblor en los gatos. Por lo tanto, al observar este cuadro, el guardián debe tratar de plantear algunas de las acciones recientes de su pequeño amigo.
Si ha tenido una cirugía reciente, por ejemplo, esta situación es natural. Después de todo, al igual que nosotros los humanos, los cuerpos de los felinos también son sensibles después de tener puntos de sutura y pasar por el proceso de curación de un corte.
Ver también: ¿Cuántos días puede estar desaparecido un gato?Si el caso no es tan evidente, es importante llevar al gato a una consulta con un veterinario de confianza. Sólo él podrá investigar y diagnosticar las causas reales de ese temblor, así como el origen del dolor, por si fuera la motivación de esa desagradable situación.
2) El felino es inseguro y tiene miedo
Los escenarios que inspiran miedo e inseguridad son otra causa bastante frecuente de que un gato tiemble. Los felinos se sienten inseguros ante fuegos artificiales, relámpagos y otros ruidos amenazadores, y no es infrecuente que expresen esta inseguridad con temblores.
Esta situación también es bastante común en el caso de los gatitos que acaban de conocer su nuevo hogar y aún no se sienten a gusto en él.
En ambos casos, el guardián debe posicionarse como una figura acogedora, comprendiendo el miedo de su mascota, reaccionando de forma empática y ofreciéndole la confianza de que todo irá bien.
3) Los escalofríos con fiebre también son una posibilidad
Cualquiera que haya tenido alguna vez un ataque de fiebre seguro que se ha visto envuelto en temblores involuntarios y escalofríos más que desagradables. Por desgracia, los gatos febriles también pasan por situaciones similares.
En general, cuando éste es el caso, el gato que tiembla presenta otros signos en conjunción. Entre ellos, la falta de apetito, un comportamiento apático y la disminución del acicalamiento son tres de los más comunes.
Al sospechar que su mascota tiene fiebre, el guardián debe buscar el consejo de un veterinario lo antes posible. Después de todo, muchas pueden ser las causas de esa condición y sólo un diagnóstico asertivo puede promover el tratamiento adecuado.
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4) El frío es otra causa de escalofríos en los gatos
La sensación de frío es otra causa frecuente de escalofríos en los gatos, por lo que no es raro observar a un gato tembloroso durmiendo.
Al fin y al cabo, como ocurre con la mayoría de los mamíferos, la temperatura corporal de estos animales desciende durante el sueño y los escalofríos son una forma inconsciente que tiene el organismo de intentar calentarse.
Para reducir este malestar, es importante que el tutor le ofrezca una cama cálida y cómoda, con mantas capaces de calentar su cuerpo.
5) Los problemas neurológicos exigen atención
Por desgracia, el temblor en los gatos también puede estar causado por problemas graves, como los temidos problemas neurológicos. En este contexto, también es muy importante analizar los síntomas correlativos.
Ver también: ¿Dónde debe dormir el gato?Un gato temblando y vomitando, por ejemplo, es una señal de alarma ante la que el guardián debe actuar con rapidez buscando un médico veterinario.
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