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Las mascotas no tienen la capacidad de comunicar claramente cómo se sienten físicamente. Por ello, la observación de sus heces y orina se convierte en un importante aliado en el cuidado diario del guardián. Uno de los principales ejemplos de la importancia de esta actitud está en los posibles indicios que da la aparición de heces negras de perro en el día a día del animal.
El aspecto de las heces puede variar en función del tipo de alimento que compone la dieta de perros y gatos. Aun así, su forma más común es la de un cigarro con una coloración pardusca.
Ver también: Camaleón: características, alimentación y curiosidades de la especiePor tanto, la presencia de cambios bruscos en la forma o el color de las cacas de la mascota puede indicar alguna anomalía en el funcionamiento de su organismo y, en algunos casos, incluso una enfermedad grave.
Estas posibilidades refuerzan la importancia de que el tutor lleve a su amigo a una consulta con el especialista en cuanto note estos cambios.
En este contexto, aunque debe investigarse cualquier anomalía en los excrementos del animal, la presencia de heces negras y su posible significado en relación con el estado de salud del animal merece una atención especial y una postura más urgente.
Las heces negras pueden significar la presencia de sangre
La presencia de heces negras es la responsable de disparar una importante alerta en los especialistas sobre la posibilidad de la existencia de una hemorragia en el sistema gastrointestinal del animal.
Es importante destacar que el color por sí solo no debe considerarse un elemento concluyente de diagnóstico por parte del tutor. De hecho, ni siquiera el especialista sacará ningún tipo de conclusión basándose en el aspecto visual de las heces.
Al notar que el animal evacua un material de color oscuro, el veterinario solicitará, en la mayoría de los casos, exámenes auxiliares para una investigación asertiva de un posible problema.
Entre las posibilidades que indican las heces negras se encuentran: la aparición de una inflamación en el intestino grueso del animal y la presencia de una úlcera gástrica o duodenal.
Estas enfermedades representan un alto riesgo, ya que pueden perforar y provocar hemorragias graves.
Incluso en los casos en que no representa un riesgo dramático para la vida del animal, la pérdida de sangre por vía excretora ya puede ser perjudicial para su calidad de vida. Una de sus causas directas es, por ejemplo, la creación de estados anémicos.
Cuidados y tratamiento de las enfermedades gastrointestinales
Como has visto hasta ahora, la presencia persistente de heces negras en la vida diaria de tu mascota puede ser un indicio de problemas en su sistema gastrointestinal.
Para evitar que estas enfermedades molesten a la salud de su mascota, es importante que el guardián esté siempre atento a seguir las recomendaciones de un profesional veterinario de confianza. También es importante conocer los principales factores de riesgo de daños en esta zona sensible de las mascotas.
Ver también: ¿Puede un perro comer yuca?Las inflamaciones del intestino grueso, como la colitis, por ejemplo, suelen deberse a factores como la ingestión de alimentos en mal estado u objetos no comestibles. La intolerancia a algunos de los ingredientes del pienso o la infección por parásitos también son factores.
En el caso de las úlceras, es importante ser consciente de la sensibilidad que tiene el estómago de perros y gatos al uso de antiinflamatorios, fármacos que pueden tener como efecto secundario el bloqueo de la capacidad del organismo para proteger la pared del estómago y que, por tanto, constituyen una de las principales causas de úlceras en estos animales.
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