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La cirugía de castración en perros sigue siendo un tema que genera dudas y suspicacias. Sin embargo, es un procedimiento sencillo, rápido y eficaz, capaz de aportar varios beneficios al animal. En las hembras, por ejemplo, además de evitar el embarazo, también previene varias enfermedades, como el cáncer. Pero, ¿puede una perra castrada entrar en celo?
Ver también: Más información sobre los animales sésilesA veces ocurre que algunos guardianes notan que su perra sangra incluso después de la castración, y piensan que está en celo. Pero no, no lo está. Ahora te explicaremos todo lo que necesitas entender sobre este tema.
En primer lugar, ¿qué es el calor?
De forma muy simplificada, el celo es el momento en que la hembra alcanza la madurez sexual y está preparada para procrear. En el caso de las hembras de perro, el celo suele producirse por primera vez a los seis meses de edad, dos veces al año, y dura una media de entre cinco y diez días.
Durante este periodo, la cachorra empieza a desprender un olor extremadamente atractivo para los machos, que, a su vez, la persiguen en un intento de aparearse.
El celo puede ser una montaña rusa hormonal para la perra. Trae consigo varias inestabilidades emocionales y cambios de comportamiento, como una necesidad más acentuada, receptividad a los machos, etc. Además, el periodo también cuenta con algunos síntomas físicos evidentes, como enrojecimiento e hinchazón de la vulva y secreciones sanguinolentas.
Después de todo, ¿puede una perra castrada entrar en celo?
No. La castración tiene como objetivo, precisamente, eliminar los órganos reproductores responsables de la producción de hormonas de la perra, y, por lo tanto, ella no debe sufrir ninguno de los síntomas relacionados con el celo, ya sean psicológicos o físicos.
Si incluso después del procedimiento de castración su perro sigue mostrando algunos de los síntomas mencionados anteriormente, es de suma importancia que se ponga en contacto con un veterinario. Puede ser que la cirugía se haya realizado de forma incorrecta, o es posible que su mascota esté sufriendo algún otro problema.
Ver también: Broncodilatadores para gatos: qué son y cómo utilizarlos¿Cuáles son las causas de las hemorragias tras la castración?
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Pues bien, hay varios problemas que pueden causarlo, pero el más común es el síndrome del ovario remanente. Como su nombre indica, se trata de un tejido ovárico que permanece en la cavidad abdominal de la perrita, provocando que siga presentando algunos síntomas de celo, como el sangrado.
Este sangrado de la vulva no significa que la perra esté en condiciones de tener cachorros, sino que tiene un problema de salud que hay que tratar.
El síndrome del ovario remanente ocurre con más frecuencia en hembras que fueron castradas después del primer celo. Esto ocurre porque, después de que la hembra alcanza la madurez sexual, la cirugía acaba siendo un poco más compleja. Y, por cierto, esa es una de las razones por las que siempre es tan recomendable castrar a los cachorros antes del primer celo.
Pero este síndrome no es la única afección que provoca una hemorragia en las perras castradas. Otros problemas como el cáncer, la vaginitis y los problemas de vejiga también pueden causar síntomas como éste.
Por lo tanto, en cuanto note que su mascota puede estar sufriendo algún síntoma del calor, ya sea emocional o físico, es sumamente importante que consulte a un veterinario. Sólo un profesional podrá identificar el problema, dar un diagnóstico y una medicación correctos y tratarlo de la mejor manera posible.
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