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El cáncer de piel en humanos es objeto de campañas masivas de prevención durante el verano de cada año. Sin embargo, no sólo los guardianes son susceptibles de sufrir la aparición de esta enfermedad. El cáncer de piel en perros también es un problema que aparece con cierta frecuencia y es necesario estar alerta para iniciar el tratamiento lo antes posible.
Si en el ser humano la exposición descuidada al sol es el principal desencadenante de la aparición de esa neoplasia, la principal razón de su aparición en los perros es la cuestión genética.
Esta característica hace que el cáncer de piel en perros sea una enfermedad más difícil de prevenir.
Ver también: Averígualo: ¿la estrella de mar es vertebrada o invertebrada?Por supuesto, aunque sea un motivo secundario, la exposición constante a los momentos más calurosos del sol también merece atención. Se recomienda prestar especial atención a este escenario con las mascotas de color claro, albinas o blancas.
Síntomas del cáncer de piel en perros
Como ocurre con la mayoría de las enfermedades existentes, la forma más eficaz de reconocer el cáncer de piel en los perros es mediante exámenes rutinarios.
Es decir, al realizar un acompañamiento periódico con un médico veterinario, el tutor facilitará que las neoplasias y otros problemas puedan ser identificados en sus estadios iniciales. Muchas veces, en esos casos, es posible que el diagnóstico se realice incluso antes de la aparición de los síntomas.
En caso de que no se produzca esa identificación previa, sin embargo, existen algunos signos que pueden ser indicativos de la existencia de un tumor de piel en perros. Ellos son: aparición de nódulos; cambio en el color de la piel; alteraciones en el aspecto de ese tejido; secreciones; sangramento; aparición de heridas que tardan en cicatrizar.
Ver también: Cerenia: ¿para qué se utiliza?No obstante, cabe señalar que los síntomas mencionados pueden indicar otros problemas, por lo que el tutor debe acudir a un especialista capaz de realizar un diagnóstico certero.
Este diagnóstico no sólo evaluará la existencia del tumor en la piel del perro, sino que también identificará su tipo específico.
Diagnóstico, tratamiento y prevención
Desde el momento en que se sospecha un cáncer de piel en perros, el veterinario seguirá una serie de pasos para realizar un diagnóstico preciso.
El primero de ellos es un examen clínico en el que el especialista se fija en los síntomas aparentes, como la edad, los antecedentes y la raza de la mascota. A continuación, para complementar el diagnóstico, el profesional solicitará una biopsia y un examen histopatológico.
Si el diagnóstico verifica la existencia del tumor en la piel del perro, se iniciará inmediatamente el tratamiento. En la mayoría de los casos, el primer paso es quirúrgico, con la extirpación de la zona afectada.
Si es necesario, el veterinario también someterá al animal a secciones de quimioterapia o radioterapia, valorando siempre las características específicas de la enfermedad y del animal afectado.
Aunque desagradable, el cáncer de piel en perros tiene una buena tasa de recuperación y un historial positivo de curación.
Por supuesto, esto no exime al tutor de la responsabilidad de adoptar medidas preventivas contra el desarrollo de la enfermedad, entre las que destaca la opción de evitar los paseos durante el periodo de mayor insolación, entre las 10.00 y las 16.00 horas.
Además, para los perros que viven en patios traseros y están constantemente expuestos al sol, se recomienda el uso de protectores solares específicos para mascotas.
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