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Los mamíferos son vertebrados pertenecientes a la clase Mammalia. Es decir, estos animales se distinguen por la presencia de pelo y glándulas mamarias en su cuerpo. En la actualidad, se calcula que existen aproximadamente 5416 especies, incluido el ser humano.
Ver también: Kalanchoe: aprenda a cuidar la flor de la fortunaEl pelo del cuerpo de los mamíferos está situado junto a la capa de grasa bajo la piel, y su importante función es asegurar el calor natural del animal. Además, contribuye al camuflaje, en caso necesario. Las glándulas mamarias sólo están presentes en el cuerpo de las hembras de cada especie, y su función es producir leche para alimentar a sus crías.
Los mamíferos son seres extremadamente adaptables y viven en todos los rincones del planeta. Algunos son capaces de volar, otros de nadar... Incluso hay mamíferos domésticos, que conviven con el ser humano hasta nuestros días. ¿Qué tal si conocemos un poco sobre todos ellos?
Mamíferos terrestres
Los perros son animales mamíferos cuadrúpedos, es decir, que utilizan cuatro patas para desplazarse. Según la proximidad biológica, se cree que el origen de los perros procede de los lobos grises. A lo largo de la historia, los perros habrían sido adiestrados. Luego, tras diversas secuencias de apareamiento, habrían generado las distintas razas de perros que conocemos hoy en día.
Estas mascotas tienen pelo por todo el cuerpo, pero el pelaje suele variar de una raza a otra. La gestación dura entre 58 y 68 días, aproximadamente, y el número de cachorros por camada dependerá del tamaño de la madre. Una perra pequeña, por ejemplo, puede dar a luz entre tres y seis crías.
Además de los perros, hay otros mamíferos terrestres que pueden no estar presentes en nuestra vida cotidiana, pero que conocemos muy bien, como los leones, los caballos, los elefantes, las jirafas o los osos, entre muchos otros.
Mamíferos marinos
Los mamíferos marinos son aquellos que habitan en el océano o dependen de él para alimentarse. En este grupo se incluyen algunos animales como ballenas, focas, manatíes, nutrias marinas y osos polares.
En el caso de los mamíferos marinos, la adaptación a la vida acuática varía considerablemente de una especie a otra. Los leones marinos, por ejemplo, se consideran semiacuáticos, porque pasan gran parte del tiempo en el agua pero necesitan estar en tierra para actividades como el apareamiento y la reproducción. Las ballenas, en cambio, están totalmente adaptadas a la vida acuática.
Ver también: Cachorro con poco apetito: ¿qué hacer?Los osos polares, en cambio, están mucho menos adaptados al medio acuático. Sin embargo, como viven en regiones con témpanos de hielo en medio del mar, su hábitat natural se considera acuático. Además, dependen totalmente del océano para alimentarse. Su dieta se basa en peces y pequeños mamíferos marinos. Sin embargo, el oso polar no puede respirar bajo el agua.
Mamíferos voladores
Los mayores ejemplos de esta variación de los mamíferos son los murciélagos. De hecho, son los únicos mamíferos que realmente tienen la capacidad de volar.
Estos animales tienen hábitos nocturnos y un oído extremadamente agudo, además de poder utilizar la ecolocalización para capturar presas. La dieta de estos animales depende mucho de su especie. Algunos se alimentan de frutas e insectos, mientras que otros pueden ingerir sangre.
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